Un año después de su traumatizante robo en París, Kim Kardashian volvió a ser el objetivo de un ladrón. Esta vez, los autos de Kim y su esposo Kanye West fueron saqueados por un ladrón, que huyó de la escena sin entrar a su casa. y Kim no se las arregla bien después de la prueba aterradora.
“Kim está lidiando con una ansiedad bastante severa en este momento. Esto terminó bien y todos están a salvo, pero desencadenó su trastorno de estrés postraumático”, reveló una fuente a Hollywood Life. “Está experimentando el trauma del ataque de París nuevamente. Si esto hubiera sucedido hace unos años, habría sido molesto, pero no la habría provocado tanto.”
Según TMZ, el sospechoso atravesó tres autos al final del camino de entrada de la pareja y se escapó con el teléfono celular de un miembro del personal. El incidente tuvo lugar alrededor de las 4 a.m. del viernes por la mañana, cuando los guardias de seguridad de la mansión de Los Ángeles vieron al individuo y lo persiguieron. Sin embargo, fue capturado en el sistema de vigilancia de la casa.
Kim, de 36 años, y Kanye, de 40, no fueron las únicas celebridades atacadas por el ladrón. También se llevó el bolso de la comediante Kathy Griffin, que vive al lado de la famosa pareja. Su bolso, afortunadamente, fue abandonado cerca. No podemos imaginar que esta es la forma en que Kim esperaba comenzar su fin de semana de cumpleaños.
El año pasado, a Kim le robaron en París, los ladrones la ataron en la bañera y se llevaron joyas por un valor de $10 millones. Hasta el momento, 10 personas han sido arrestadas en relación con el crimen y la belleza de KUWTK se ha sincerado sobre la aterradora experiencia en su programa de telerrealidad.
“Piden dinero. Dije que no tengo dinero”, le dijo la madre de dos hijos a sus hermanas Kourtney y Khloé Kardashian. “Me arrastraron hasta el pasillo encima de las escaleras. Fue entonces cuando vi el arma clara, tan clara como el día. Estaba como mirando el arma, mirando hacia las escaleras”.
Ella continuó: “Pensé: ‘Tengo una fracción de segundo en mi mente para tomar esta decisión rápida’. ¿Voy a bajar corriendo las escaleras y recibir un disparo en la espalda? Me enfada tanto pensar en ello. O me van a disparar por la espalda, o si llego y ellos no, si el ascensor no se abre a tiempo, o las escaleras están cerradas, entonces estoy jodido. No hay manera de salir."