¡Parece que incluso los miembros de la realeza tienen que lidiar con parientes políticos molestos! Puede que el príncipe Harry haya gastado millones de libras en la renovación de un apartamento de 21 habitaciones en el Palacio de Kensington para su nueva novia, Meghan Markle, ¡pero eso no significa que quiera alquilar una de ellas a su madre, Doria Ragland!
La instructora de yoga de 62 años renunció a su trabajo en una clínica de salud mental en Los Ángeles antes de la boda real y ahora planea mudarse al otro lado del océano para estar más cerca de su hija. “A Harry no le importa que la madre de Meghan se quede con ellos durante un par de semanas hasta que encuentre un lugar propio, pero solo como una solución a corto plazo”, reveló una fuente del palacio a Life & Style.
“Harry adora a Doria y está feliz de que se mude a Londres para hacerle compañía a Meghan, pero la idea de que todos vivan bajo el mismo techo es demasiado”, continuó la fuente. La fase de luna de miel de los recién casados ya fue interrumpida por el exasperante padre de la actriz estadounidense, Thomas Markle, y su media hermana, Samantha.
Lamentablemente, la pareja enojada continúa arremetiendo contra la familia real británica, llamándolos “fríos” y “de culto” en entrevistas e incluso comparando a la realeza pelirroja con un hámster en su reciente cumpleaños número 34. Más recientemente, Samantha afirmó que la gente estaba tratando de instalar micrófonos en su casa para controlar lo que dice sobre la familia real.
Con todas estas desagradables distracciones externas, parece que lo último que la pareja necesita es que otro miembro de la familia de Meghan se interponga en su tiempo de calidad.“Meghan y Harry están buscando comprar una casa en Londres para Doria”, agregó la fuente, “para que puedan tener su propio espacio”. ¡Esperamos que todo salga bien para la feliz pareja y que Doria no tenga resentimientos!