Los tramposos tienen niveles más altos de testosterona y cortisol

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Anonim

¿Te pillaron haciendo trampa? Culparlo a las hormonas. La testosterona nos da el valor para hacer trampa y el cortisol nos motiva a seguir adelante, según un nuevo estudio de investigadores de Harvard y la Universidad de Texas.

Sabemos que las hormonas afectan el comportamiento desde el siglo XIX, pero este estudio sugiere cuánto afectan nuestras acciones. La investigación muestra que las hormonas en realidad desempeñan dos funciones cuando se trata de hacer trampa (y ser poco ético en general): es más probable que una persona con niveles más altos haga trampa, y una caída posterior en esos niveles después del acto hace que los tramposos se sientan bien, reforzando eso. comportamiento.

Para estudiar esto, los investigadores hicieron que 117 participantes hicieran una prueba de matemáticas: cuantas más respuestas obtuvieron, más dinero obtendrían. Se pidió a los participantes que calificaran sus propias pruebas y luego informaran sus puntuaciones.

Al evaluar la saliva de los participantes antes y después de la prueba, los investigadores encontraron que las personas con niveles más altos de testosterona y cortisol antes de la prueba tenían más probabilidades de mentir sobre la cantidad que tomaron correctamente. La testosterona más alta está relacionada con la disminución del miedo al castigo y una mayor sensibilidad a la recompensa, y el cortisol más alto está vinculado al estrés crónico. Después de la prueba, los tramposos tenían niveles más bajos de estas hormonas, lo que indicaba un alivio del estrés esencial: un cortisol más bajo significaba un estrés más bajo, lo que, para el cerebro, es bastante gratificante.

Estas buenas vibraciones posteriores al engaño refuerzan la mala conducta, dijo el psicólogo Robert Josephs, el autor correspondiente del estudio, en un comunicado de prensa.

¿Podemos usar estos hallazgos para ayudar a lidiar con los escándalos de engaño que barren las universidades en todo Estados Unidos? Encontrar un modo de disminuir los niveles de testosterona y cortisol en los estudiantes podría ser un buen comienzo. Los niveles de cortisol, por ejemplo, disminuyen con actividades para aliviar el estrés como el yoga, la meditación y el ejercicio. La testosterona es un poco más difícil de manejar, pero los estudios han demostrado que las evaluaciones grupales, en lugar de las individuales, eliminan sus efectos en el comportamiento.

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