¿Ir a la minería espacial? No olvide su detector de rayos gamma

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Anonim

El proyecto de ley para la ley SPACE 2015, que otorgaría a las empresas privadas los derechos sobre cualquier tipo de recursos que encuentren en el espacio, se presentó al presidente Barack Obama. Para encontrar recursos valiosos como el agua y los metales preciosos, necesitaremos una tecnología que pueda identificar dónde se encuentran.

Así que un equipo de científicos de las universidades Vanderbilt y Fisk trabajaron con ingenieros de la NASA para crear algo llamado espectroscopio de rayos gamma. Por más rudo que parezca, el dispositivo básicamente detecta la presencia de elementos raros como el oro y el platino que se encuentran debajo de la superficie de objetos como los asteroides y lunas cercanos a la Tierra.

Un espectroscopio es cualquier instrumento que puede analizar la composición de una muestra en particular a través de las longitudes de onda emitidas por esos elementos. Todos los objetos en el espacio son golpeados constantemente por la radiación cósmica, que puede golpear superficies a velocidades increíblemente altas y crear una cadena de eventos que básicamente resultan en rayos gamma, una forma poderosa de radiación electromagnética. La espectroscopia de rayos gamma básicamente analiza los rayos gamma que salen de la superficie de un objeto espacial para determinar la presencia y concentración de una letanía de elementos de la tabla periódica, desde gases como el oxígeno y el nitrógeno hasta metales como el silicio y el hierro.

El nuevo sistema propuesto busca medir esos elementos de la superficie con sensores económicos que son fáciles de construir y usan menos energía. La clave es un material recién descubierto: el yoduro de estroncio dopado con europio, que no requiere el enfriamiento criogénico necesario para los espectroscopios de rayos gamma anteriores. Un prototipo de cubesat puede construirse a partir de materiales estándar y utilizar solo tres vatios de potencia para trabajar de manera eficiente. Con solo 200 libras y 10 pies cúbicos de espacio, es lo suficientemente compacto como para que incluso funcione en grandes lander robots y rovers que se envían a otros mundos.

En un comunicado de prensa, el astrónomo de Vanderbilt y coautor del estudio Kevin Stassun calificó su dispositivo como "una buena noticia para las empresas comerciales donde el costo, la potencia y el peso del lanzamiento son todos una prima".

Si bien los metales preciosos como el oro podrían convertir la minería espacial en un mercado de billones de dólares, el verdadero tesoro que estas compañías deberían buscar es el agua, no solo porque los humanos la necesitan para vivir en otros planetas, sino también para su uso potencial. como propulsor para vehículos espaciales, que facilita mucho los viajes interestelares.

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