Estamos preparados para aprender más sobre las ondas gravitacionales de LISA Pathfinder

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Ciberseguridad: ¿Estamos preparados para un nuevo escenario?

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Anonim

El mundo, salvo por las noticias nocturnas, se asustó con la pura alegría nerd cuando se descubrieron las ondas gravitacionales en febrero. Las minúsculas ondulaciones anidadas en el continuo espacio-tiempo primero predicho por Albert Einstein fueron reales, y su descubrimiento significó un nuevo mundo de astronomía gravitacional.

Ahora estamos preparados para aprender más sobre las ondas gravitacionales gracias al LISA Pathfinder. La nave espacial de la ESA que se lanzó en diciembre se encuentra a más de 900,000 millas de distancia de la Tierra y ha comenzado a realizar el primero de sus experimentos planificados. Después de una semana de pruebas exitosas, las pruebas oficiales de ondas gravitacionales comenzaron en la misión satelital demostradora.

Si bien las ondas gravitacionales fueron detectadas por primera vez por detectores LIGO con base en tierra, el LISA Pathfinder fue el primer caso de prueba de ondas gravitacionales en el espacio. El proyecto general, dirigido por investigadores del Instituto Albert Einstein en Hannover y el Instituto de Física Gravitacional de la Universidad de Liebniz, comprenderá seis meses de experimentos, y para el final los científicos esperan entender las fuerzas físicas de la gravedad. Agita lo suficientemente bien como para construir un futuro observatorio exitoso en el espacio.

Con este tipo de "futuro observatorio", podríamos investigar "algunos de los objetos más masivos y poderosos del universo".

Dentro de LISA se encuentra el "laboratorio de física fundamental más perfecto jamás volado en el espacio", como lo describe la ESA. Y para probar las ondas gravitacionales, el LISA Pathfinder está diseñado para lograr una caída libre perfecta, durante la cual el equipo en tierra activará la liberación de dos masas de prueba en una cámara de vacío. Estos son cubos de oro-platino diminutos de 2 kg idénticos, y el objetivo es ver si su caída solo es controlada por la gravedad. Es importante que los cubos se encuentren en un entorno que esté extraordinariamente quieto, de modo que se pueda probar que lo único que los mueve son las ondas gravitacionales.

"Estamos absolutamente encantados con lo bien que quedó nuestro primer conjunto de experimentos", dice Karsten Danzmann, investigador co-principal del Paquete de Tecnología LISA en un comunicado de prensa. "Para las próximas semanas tenemos un calendario apretado de experimentos para ejecutar en el satélite, que finalmente demostrará que podemos construir un observatorio de ondas gravitacionales a escala completa en el espacio".

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