Los científicos están estudiando actualmente un músculo sintético en el espacio

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Anonim

Desde abril, un músculo sintético ha estado flotando alrededor de la gravedad cero a bordo de la Estación Espacial Internacional, absorbiendo la radiación espacial en nombre del progreso científico. Los investigadores finalmente han anunciado que regresarán a la Tierra el próximo marzo, ocho meses después de lo planeado originalmente. (Desafortunadamente, nadie en la NASA le dio un nombre. De ahora en adelante lo llamaremos "Apolo").

Si estás confundido como si estuviera pensando en lo que está pasando aquí, solo quédate conmigo y lee con atención.

El experimento de los músculos sintéticos comenzó con Lenore Rasmussen, una científica de Ras Labs en Quincy, Massachusetts. Con la ayuda de otros del Princeton Plasma Physics Laboratory del Departamento de Energía de EE. UU., Rasmussen desarrolló un material hecho que básicamente se contrae en respuesta a una corriente eléctrica y se expande cuando se le da una carga opuesta. El objetivo era crear un material similar a un músculo que pudiera usarse en robots que ingresan en áreas desconocidas o peligrosas (por ejemplo, desastres nucleares o en casi todas partes en el espacio exterior). Otros científicos también están muy interesados ​​en probar Apollo por su potencial en el diseño de prótesis y la fabricación de estructuras.

Rasmussen ya ha probado Apollo en ciertos aspectos, y ha encontrado que puede soportar temperaturas tan bajas como menos 450 grados Fahrenheit, hasta 275 grados Fahrenheit. Así que la perspectiva de enviar un robot de músculo a otro planeta o luna para la exploración es alentadora. La gran incógnita, sin embargo, es la radiación.

En realidad, Apollo resiste notablemente bien la exposición a los rayos gamma. Pero antes de que la NASA pudiera comenzar a usar los músculos sintéticos para construir futuros robots espaciales, necesitaban saber cómo reaccionaría el Apolo a los entornos espaciales. Así que la NASA decidió enviarlo a una misión de reabastecimiento de carga de SpaceX en la primavera, y ver qué tan bien se desempeñó en presencia de radiación cósmica, un gran problema para los viajes espaciales humanos que podría evitarse mediante el uso de robots.

El plan inicial era mantener al Apollo en la ISS durante cuatro meses y luego someterlo a pruebas de integridad material y electroactividad. Ese plan se fue al infierno cuando un cohete SpaceX Falcon 9 se dirigió a la ISS estalló en junio, haciendo retroceder todo. En marzo, cuando otro cohete SpaceX se dirija a la ISS, los astronautas enviarán a Apollo de vuelta para que Rasmussen y otros puedan finalmente estudiar y analizar.

Si resulta que Apolo ha resistido bien los rayos cósmicos, podríamos ver a la NASA y otros roboticists avanzar muy rápidamente con el desarrollo y prueba de robots equipados con músculos sintéticos. La tecnología sería de gran ayuda para hacer que la exploración de Marte y otras partes del sistema solar sea más rentable y posible, ya que no tendríamos que hacer grandes esfuerzos para garantizar la seguridad humana. Solo tenemos que esperar unos meses más para que Apollo vuelva a casa.

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