La comunicación del mono apunta inesperadamente a los orígenes del discurso humano

$config[ads_kvadrat] not found

La Importancia del Contacto Visual

La Importancia del Contacto Visual
Anonim

Desde hace años, los científicos han debatido si el lenguaje hablado es una habilidad exclusiva de Homo sapiens. Por lo que podemos decir, los animales no pueden hablar de la forma en que lo hacemos, pero eso no ha impedido que algunos científicos miren a nuestros parientes animales para averiguar cómo llegamos a hablar en primer lugar. Los macacos rhesus son los favoritos de laboratorio: este macaco hablador, de rostro rosado y pelo dorado, que comparte el 93 por ciento de su genoma con los humanos, es el foco de un nuevo estudio en Neurona. Sus circuitos neuronales pueden ser la clave para comprender las conversaciones humanas, aunque no puedan pronunciar una palabra.

En un estudio publicado a principios de julio, científicos de la Universidad Rockefeller argumentan que las redes neuronales que usan los monos para expresar emociones y reconocer rostros pueden ser las mismas redes cerebrales que dieron origen a la capacidad humana para habla. Investigadores Stephen Shepherd, Ph.D. y Winrich Freiwald, Ph.D. usamos imágenes de resonancia magnética de cerebros de macaco rhesus, tomadas mientras los animales miraban videoclips de otros macacos haciendo expresiones faciales comunicativas, para sacar estas conclusiones. Cuando a los monos sujetos se les mostraron clips de otros macacos golpeando sus labios hacia ellos en amistad, imitarían los gestos, pero solamente Cuando los monos de los clips parecían estar mirando directamente a ellos. Después de todo, el contacto visual, en humanos como en macacos, es clave para la comunicación social.

En los cerebros de los monos que miraban los videos, el chasquido de labios reactivo fue acompañado por un cambio en la actividad cerebral. Las exploraciones sugirieron que el contacto visual directo encendía circuitos neuronales sensibles al contexto social y al procesamiento de la información, lo que a su vez sugería que los cerebros de los monos contenían las funciones cognitivas necesarias para la comunicación social.

La parte más emocionante, sin embargo, fue un cambio muy inesperado en la actividad cerebral: cuando los monos vieron un amistoso golpe de labios, una parte de su cerebro que se parecía al área de Broca, el área del cerebro en los humanos asociada con el habla, se iluminó. En los seres humanos, esta parte de la corteza prefrontal se activa justo antes de pronunciar las palabras, ayuda al flujo de información sensorial desde la corteza temporal y ayuda a la corteza motora a elegir qué palabras escupir.

Esta observación, señala el equipo, sugiere que "las expresiones faciales de los monos, como las caricias de labios, podrían ser precursoras evolutivas del habla humana".

En el pasado, otros investigadores no tomaron en serio los gestos o los cerebros de los monos, argumentando que sus acciones y su fisiología eran demasiado elementales para representar las raíces de la comunicación humana. Pero en los últimos 40 años, gran parte de la investigación centrada en el origen del habla humana se ha centrado en el cerebro de los monos. En 2016, un estudio en Avances científicos hizo olas con su afirmación de que lo único que impide que los monos hablen como lo hacen los humanos es su cerebro.

Ese estudio contradecía el trabajo anterior, argumentando que la razón por la que los monos no pueden hablar es porque su anatomía no lo permite. Este nuevo estudio trae las raíces de la división lingüística entre humanos y monos al cerebro.

Para llegar a la raíz de este misterio científico, Freiwald y Shepherd nw planean medir la actividad eléctrica de las neuronas individuales que se activaron durante su primer experimento. Una comprensión más detallada de los cerebros de los monos, argumentan, es un paso crucial para estar preparados para interpretar las explosiones de información dentro de nuestras propias cabezas.

$config[ads_kvadrat] not found