Taxis Aéreos: Lo que hay que saber antes de tomar el control de los cielos

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He Aqui yo Vengo Pronto - Por José Ignacio Jaramillo y Adrian Arango

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Anonim

Imagine un servicio de taxi que lo recogió (en el cielo) y luego lo dejó después de un viaje emocionante, completamente libre de obras viales y semáforos. Se ha afirmado que los taxis aéreos podrían estar volando por los aires en pocos años, y es cierto que algunas grandes empresas están acelerando la idea.

¿Por qué? Bueno, para empezar, simplemente necesitamos encontrar mejores formas de moverse. Para el año 2050, se estima que alrededor del 68 por ciento de la población mundial vivirá en ciudades (en comparación con la proporción actual del 55 por ciento).

Este aumento, combinado con el crecimiento de la población, podría agregar otros 2.500 millones de personas a las poblaciones urbanas en las próximas décadas, lo que provocaría una congestión cada vez mayor del tráfico urbano en todo el mundo.

En Londres (actualmente la ciudad más congestionada de Europa), los conductores gastan en promedio más de 72 horas, tres días completos, en congestión de tráfico por año. La necesidad de soluciones de energía y transporte con un costo ambiental mínimo solo aumentará.

Los viajeros querrán más opciones y flexibilidad en sus modos de transporte, de ahí el interés en utilizar la tercera dimensión del espacio aéreo.

En la actualidad hay más de 120 prototipos y vehículos eléctricos de despegue y aterrizaje (EVTOL) que se están probando en todo el mundo. Van desde drones a escala, hasta máquinas eléctricas e híbridas de múltiples rotores con o sin alas.

Compañías como Uber (con ingresos brutos esperados en la región de $ 50 mil millones) están invirtiendo fuertemente en el sector. Boeing ha adquirido la firma de tecnología Aurora Flight Sciences para acelerar el ingreso al mercado. Airbus tiene tres proyectos diferentes sobre la marcha.

Vuelo de fantasía

Los intentos anteriores de construir los coches voladores de la ciencia ficción no han podido cumplir con las expectativas. Entonces, ¿qué ha cambiado? En resumen, la electrificación de los automóviles ha llevado a la creación de baterías de muy alta densidad energética y una eficiencia del motor eléctrico muy mejorada.

La disponibilidad de nuevos materiales livianos y robustos (como la fibra de carbono) significa mayores relaciones de potencia a peso. Y el uso de la impresión 3D significa que las partes complejas ahora pueden imprimirse en plásticos y metales.

La tecnología de aviones no tripulados y las lecciones aprendidas de los vehículos autónomos, como Lidar, abreviatura de "detección de luz y alcance", también pueden adoptarse, mientras que el Internet de las cosas puede finalmente significar que un viaje conectado y sin interrupciones es realmente posible.

Compañías como Rolls Royce se están asociando con la industria y el mundo académico para proporcionar soluciones prácticas y viables. Y aunque, por el momento, muchos de los aproximadamente 120 vehículos conceptuales existen solo en computadoras, unos pocos han construido vehículos a escala y prototipos de tamaño completo de "prueba de concepto". Algunos son simplemente "aprender haciendo", el mismo enfoque adoptado por Orville y Wilbur Wright en los pioneros días de vuelo.

Alcanzar los cielos

Como proveedor de servicios, Uber ve claramente los taxis aéreos como una extensión de las opciones de movilidad. Los clientes pueden esperar utilizar una aplicación de teléfono inteligente similar a las que se encuentran actualmente en funcionamiento, pero con la opción de elegir si se conduce o se vuela en su destino.

Pero no importa qué tan alto estas empresas pretendan viajar, todavía hay barreras que superar. Los taxis aéreos significarían cielos más ocupados y una mayor concentración del tráfico aéreo. Los reguladores querrán ver niveles objetivo estrictos para la seguridad y la protección.

La simplicidad del diseño también será clave. Las tecnologías de baterías están mejorando, pero aún queda camino por recorrer para cumplir con los requisitos de rango, incluso para viajes urbanos cortos. La automatización se considera una forma de hacer que las operaciones sean más seguras, pero es probable que los primeros vehículos necesiten pilotos humanos antes de cambiar a taxis aéreos sin conductor en el futuro. Deberán abordarse los problemas de comodidad y seguridad del cliente, así como la confianza del consumidor en el uso de este tipo de tecnología de viaje.

Además de todo esto, el ruido y las emisiones dentro de un área urbana deben reducirse al mínimo, y los vehículos deberán poder operar en condiciones climáticas adversas. El costo de estos vehículos tendrá que ser asequible, y esto solo se puede lograr a través de la producción a gran escala.

Ya hay una escasez de pilotos comerciales, por lo que se requerirán nuevas ideas sobre quién operará estas máquinas. La perfecta integración del transporte requerirá una ubicación conveniente en "Skyports", y esto aumentará la demanda de suministros de electricidad.

Sin la gestión integrada del tráfico aéreo para los taxis aéreos, la seguridad puede verse comprometida. La tecnología en sí misma no es la respuesta, y es poco probable que el concepto tenga éxito sin una visión más amplia del modelo de negocio y el entorno operativo. Pensar en equipo será necesario. Estos futuros vehículos no solo deberán superar los desafíos tecnológicos sino también los sociales.

A pesar de todo eso, ya se han realizado vuelos no tripulados y atados para vehículos conceptuales seleccionados, y es probable que en los próximos dos a cinco años veamos demostraciones piloto. Dentro de los próximos cinco a diez años, podríamos ver operaciones comerciales limitadas en sectores de nicho de mercado, pero la colaboración y el pensamiento conjunto serán de suma importancia.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation por Mike Bromfield. Lee el artículo original aquí.

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