La ecuación de la felicidad se ha actualizado para tener en cuenta la empatía y la compasión

$config[ads_kvadrat] not found

La ecuación del sexo | Cecilia Ce | TEDxRosario

La ecuación del sexo | Cecilia Ce | TEDxRosario
Anonim

¿Qué es la felicidad? Es una pregunta difícil de responder, pero eso no ha impedido a los científicos, economistas y matemáticos intentarlo. La búsqueda de un algoritmo de felicidad acaba de recibir un impulso, gracias a un grupo de neurocientíficos que actualizaron una ecuación con un gran agujero en ella. Verás, el trabajo anterior del equipo de University College London había asumido que la felicidad es un asunto individual, cuando todos saben que eso no es cierto. Su estado de ánimo no está separado del estado de ánimo de las personas que lo rodean, y su sentido de imparcialidad está ligado a su felicidad, tal vez más de lo que cree.

En 2014, los investigadores construyeron su primer modelo computacional para demostrar cómo se veía matemáticamente la felicidad. La ecuación se construyó a partir de una serie de pruebas y reveló que, esencialmente, la clave de la felicidad era equilibrar las expectativas con los resultados. Pero recibir recompensas iguales a lo que pensabas que merecías no es la imagen completa. Cuando el equipo reconoció que dejaron por completo los aspectos sociales de la felicidad, volvieron a la pizarra.

La felicidad se volvió mucho más complicada, pero nadie dijo que las emociones humanas son simples. Así es como se veía la antigua ecuación:

Y aquí está el nuevo:

Traducido a las palabras, la felicidad en un momento dado equivale a obtener lo que crees que mereces, y también hacer que las personas a tu alrededor obtengan lo que merecen. El equipo publicó sus resultados esta semana en Comunicaciones de la naturaleza.

Para obtener los datos para construir este modelo, los investigadores presentaron a 47 sujetos entre sí, los dividieron en grupos de 22 y 25, y los hicieron participar en uno de dos estudios, así como una tarea experimental para familiarizar a los sujetos a respondiendo preguntas sobre su estado emocional. En uno de los experimentos, los sujetos tuvieron que jugar un juego clásico de dictadores, donde se los acusó de dividir el dinero de forma anónima entre ellos y un compañero. El otro experimento fue un juego con opciones seguras y riesgosas: a los participantes se les dijo que si hacían una elección, otra persona del grupo de prueba se quedaría con la otra. Mientras tanto, los investigadores mantuvieron un registro del estado de bienestar emocional de los participantes.

Aquí está lo sorprendente: los investigadores encontraron que en ambos experimentos, los sujetos reportaron sentirse menos felices si terminaron en mejores condiciones que otros participantes. El éxito no impulsó la felicidad, la igualdad lo hizo.

"Nuestros resultados proporcionan una sorprendente confirmación cuantitativa de que los informes subjetivos de un individuo de bienestar momentáneo en un contexto social reflejan no solo qué tan bien van las cosas en relación con las expectativas, sino también cómo van las cosas en relación con otras personas", escriben los autores.

En su artículo, los investigadores también dicen que esperan que su trabajo proporcione evidencia científica de que el aumento de la desigualdad hará que las sociedades sean más infelices, incluso para quienes se encuentran en la cima de la cadena alimentaria.

$config[ads_kvadrat] not found