"Me gusta" frente a golosinas: el sistema de entrenamiento positivo automatizado enseñará a los perros a usar computadoras

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Anonim

Hay un nuevo Pavlov en la ciudad. Los investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte acaban de publicar los resultados del estudio inaugural de su tecnología de entrenamiento de perros. El resumen: la próxima vez que desee enseñarle un nuevo truco a un perro viejo, es posible que solo necesite instalar una actualización de software.

Estos investigadores utilizaron 16 voluntarios y sus perros para probar su sistema. Los perros estaban equipados con arneses especiales que podían detectar cambios posturales. Cuando un perro pasó de estar de pie a sentado, por ejemplo, o viceversa, el arnés comunicó ese cambio de estado a una computadora. Dependiendo de qué comportamiento los investigadores y voluntarios intentaban entrenar a sus perros, la computadora recompensaría al perro o no haría nada. Por lo tanto, si el perro pasó de estar de pie a sentarse, y el objetivo era enseñarle a sentarse, el ordenador emitiría un pitido y luego entregaría golosinas tan pronto como el arnés registrara que el perro se había sentado. Si y cuando volvió a levantarse, la computadora no hizo nada.

La consistencia en la recompensa es importante para el entrenamiento del perro, dicen los investigadores, tal vez incluso de suma importancia. Cuando un perro demuestra el comportamiento correcto y deseado, los entrenadores deben ser oportunos y consistentes en ofrecer su recompensa. Los entrenadores de perros expertos y dedicados son muy buenos: no es tan difícil determinar si un perro obedeció o desobedeció su orden.

Este sistema de hardware y software es igual de bueno: el 96 por ciento de precisión al momento de entregar recompensas. Y fue más sistemáticamente receptivo: cuando hizo Dole una recompensa, lo hizo instantáneamente. Cuanto más rápido le des un hueso a un perro, más propenso estará ese perro a aprender un nuevo truco. Los investigadores anticipan que el sistema computarizado acompañará a los entrenadores de perros serios, lo que arrojará una eficiencia sin precedentes. Y habilidades sin precedentes:

"A largo plazo, estamos interesados ​​en utilizar este enfoque para la interacción entre animales y computadoras para permitir que los perros 'usen' computadoras", David Roberts, profesor asistente de ciencias de la computación en NC State y coautor de un artículo sobre el tema trabajo, le dice al Noticias del Estado de Carolina del Norte. "Por ejemplo, permitir que un perro de detección de explosivos marque de forma segura y clara cuando detecta componentes de una bomba, o permitir que los perros diabéticos de alerta usen su postura física y comportamientos para pedir ayuda".

No es necesario dar un gran salto mental para reconocer que estos investigadores están aprovechando algo que las industrias de publicidad, entretenimiento y redes sociales han sabido por algún tiempo. Los humanos también estamos condicionados tecnológicamente: usamos hardware, una cámara, por ejemplo, para capturar un fragmento de vida que se puede compartir, luego usamos software para compartir ese fragmento de vida. Si el fragmento compartido es bueno, si muestra un comportamiento adecuado, entonces somos recompensados ​​con una lluvia de gustos, reacciones y comentarios. Si el fragmento compartido es basura, entonces no pasa nada.

Simplemente no estamos usando un arnés literal.

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