Los hombres con ansiedad de pene pequeño necesitan ayuda psicológica, dicen científicos británicos

Fenomenología en hombres con "Trastorno dismórfico corporal enfocado al tamaño del pene"

Fenomenología en hombres con "Trastorno dismórfico corporal enfocado al tamaño del pene"
Anonim

Un equipo de investigadores del Kings College de Londres está pidiendo a los científicos que desarrollen una terapia para los hombres que sufren de "ansiedad de pene pequeño". Los efectos psicológicos pueden ser particularmente devastadores, como lo describen en su reciente estudio sobre hombres británicos en la revista Medicina sexual - y las llamadas "soluciones" (bombas, píldoras y, bueno, placebos) ofrecidas en línea no son exactamente seguras.

En su estudio, los investigadores estudiaron a británicos heterosexuales y homosexuales que padecían problemas psicológicos sobre el tamaño del pene. Los 26 participantes, según los investigadores, tenían penes de tamaño normal. Y todos ellos tenían vidas sexuales estadísticamente similares - el mismo número de parejas, la misma frecuencia de sexo, los mismos niveles de deseo sexual - que los hombres normales y no afectados. Eran normales. Simplemente no se sentían normales.

Las preocupaciones sobre el tamaño del pene por lo general se dividen en dos grandes categorías: la ansiedad por el pene pequeño afecta a los hombres que normalmente están dotados pero que se preocupan continuamente por el tamaño. El trastorno dismórfico corporal, el más grave de los dos, se produce cuando la preocupación de los hombres por el tamaño del pene interfiere en sus vidas sociales y causa graves trastornos psicológicos.

Según el estudio, los hombres británicos que sufren cualquiera de estas condiciones psicológicas probablemente buscarán formas de aumentar el tamaño del pene. No hay escasez de soluciones que se venden en línea: una rápida búsqueda en Google muestra todo, desde ejercicios de estiramiento y bombas de vacío hasta extensores de pene mecánicos, pero rara vez son útiles y, a menudo, son "riesgosos".

La solución más útil a largo plazo, escriben los autores, es tratar el problema desde su raíz psicológica con asesoramiento o psicoterapia. Después de todo, a estos muchachos no les falta tamaño, simplemente pensar son. Desafortunadamente, estos tratamientos todavía no existen. Los investigadores esperan que su trabajo aliente a los psicólogos y terapeutas a desarrollarlos. Mientras tanto, estos hombres pueden intentar aliviar su propio estrés o dirigirse a un cirujano. Más británicos han optado por esa opción extrema y médicamente cuestionable en los últimos años.