¿Es el cambio climático el culpable de las enfermedades transmitidas por mosquitos? Los científicos pesan en

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Anonim

La vida en una casa unifamiliar en los suburbios de América, una con un patio tranquilo y espacioso, rodeada de hábitats naturales, exuberante vegetación verde, donde hermosas aves, ardillas y otros pequeños mamíferos van y vienen, es el sueño americano. Ahora, sin embargo, este sueño tan preciado está siendo amenazado por las especies invasoras de garrapatas y mosquitos que transportan patógenos emergentes.

Los funcionarios de salud pública utilizan enfermedades emergentes transmitidas por vectores (VBD, por sus siglas en inglés) en este contexto para referirse a enfermedades o agentes patógenos transmitidos por mosquitos y garrapatas que recientemente ingresaron a las poblaciones humanas por primera vez. En algunos casos, estas enfermedades han estado históricamente presentes en los seres humanos, pero han aumentado en frecuencia, rango geográfico o ambos.

La exposición a garrapatas y mosquitos es el mayor factor de riesgo para enfermedades emergentes transmitidas por vectores, y la introducción de estos vectores en nuevas áreas geográficas ha sido un factor clave que contribuyó a la aparición de estas enfermedades. La creciente evidencia ahora sugiere que el cambio climático está facilitando la expansión geográfica de los vectores de mosquitos y garrapatas de importancia para la salud pública.

Nuevas enfermedades emergentes transmitidas por vectores en los EE. UU.

Durante más de medio siglo, los brotes de dengue no se registraron en los Estados Unidos continentales. Sin embargo, la infección local se ha registrado en la última década en Texas y Florida, una situación que ha provocado un renovado interés en la amenaza que representa el mosquito vector. Aedes aegypti.

Los estudios en profundidad de los registros climáticos durante cuatro décadas revelan que los cambios repentinos de temperatura fueron seguidos inmediatamente por un aumento correspondiente de la encefalitis transmitida por garrapatas en Europa central y oriental. La Oscilación del Sur de El Niño que ocurre irregularmente, como resultado de los cambios en la temperatura del aire en el Océano Pacífico que a su vez causan cambios en la temperatura y la precipitación, se ha convertido en un experimento natural para determinar el efecto del clima en las enfermedades infecciosas. Estudios anteriores de ENOS revelan que las temperaturas más cálidas y los cambios extremos de precipitación están asociados con un mayor riesgo de enfermedades transmitidas por garrapatas en el oeste de los Estados Unidos.

Este hallazgo es particularmente importante, porque los escenarios de cambio climático predicen que los eventos similares a ENOS se vuelvan más frecuentes. Esto también se ejemplifica por la reciente propagación global del virus Zika, donde las condiciones climáticas extremas durante un mes en varias partes de Sudamérica en 2015 fueron seguidas por la propagación del virus Zika a esa ubicación el mes siguiente.

Cambio Climático y Vectores de Enfermedades

En teoría, a medida que cambia el clima, los vectores de mosquitos y garrapatas se adaptan a nuevos entornos, lo que conduce a cambios en la distribución espacial, la estacionalidad y las tasas de incidencia de mosquitos y garrapatas portadores de enfermedades a medida que se desplazan a diferentes regiones.

El cambio climático puede configurar las tasas de enfermedades emergentes mediante diversos procesos, incluido un efecto directo sobre los vectores de mosquitos y garrapatas, y efectos indirectos sobre la vulnerabilidad humana a los VBD emergentes. Por ejemplo, las temperaturas más cálidas conducen a temporadas de reproducción más largas y mayores tasas de eclosión, especialmente para las poblaciones de mosquitos. Esto hará que estos vectores busquen más territorio, que también está disponible más fácilmente a temperaturas más cálidas.

Los entornos característicos de la mayoría de las propiedades residenciales suburbanas son un hábitat atractivo para estos vectores, lo que podría explicar por qué cada vez se informan más garrapatas e infecciones humanas con VBD emergentes en áreas residenciales.

Los efectos indirectos de temperaturas más cálidas incluyen el debilitamiento de los sistemas inmunológicos humanos después de sequías o inundaciones, y las interrupciones en el sistema de atención médica después de desastres tales como huracanes e inundaciones. Muchos científicos consideran este mecanismo indirecto, donde las condiciones climáticas excepcionales afectan el comportamiento de las personas y aumentan la exposición a los vectores, para explicar en gran medida cómo el cambio climático afecta la propagación de los VBD emergentes.

Una palabra de precaución

Aunque la evidencia de las asociaciones entre el cambio climático y el aumento de las VBD es fuerte, debemos tener en cuenta que las asociaciones no siempre indican un vínculo causal. Para poder atribuir inequívocamente el cambio en la distribución de los vectores de mosquitos y garrapatas de las VBD emergentes al cambio climático, se deben establecer principios científicos de causalidad en condiciones experimentales aleatorias.

Para que los científicos digan definitivamente que el cambio climático está aumentando directamente la población de mosquitos y garrapatas portadores de enfermedades, primero tendrían que demostrar que los cambios en la distribución de estos vectores de enfermedades no se debieron a otros factores.

¿Por qué deberíamos preocuparnos por la asociación entre el cambio climático y la propagación de VBD emergentes? Por un lado, los errores comunes pueden transmitir múltiples patógenos. Por ejemplo, el mosquito. Aedes aegypti solo puede propagar el virus del Zika, el virus del dengue, el virus chikungunya y el virus de la fiebre amarilla, mientras que la garrapata Ixodes escapulario solo puede transmitir los agentes causantes de la enfermedad de Lyme, la anaplasmosis y la babesiosis, entre otros.

En segundo lugar, muchas de estas enfermedades conducen a un aumento en los costos de atención médica, discapacidad e incluso la muerte de las personas afectadas.

Hasta el momento, la evidencia actual sugiere que si bien el cambio climático es un factor importante en la variación geográfica y estacional de las enfermedades transmitidas por mosquitos y garrapatas, otros factores, incluidos los patrones de uso de la tierra, factores socioeconómicos y culturales, control de plagas, acceso a la atención médica, y la respuesta humana al riesgo de enfermedad también juega un papel.

Se necesitan estudios más rigurosos a largo plazo para demostrar inequívocamente el impacto del cambio climático en las emergencias VBD de importancia para la salud pública. Si el cambio climático aumenta la transmisión de estas enfermedades, debemos tomar todas las medidas necesarias para comprender cómo ocurre esto con el fin de prevenirlo. De lo contrario, el sueño americano de ser propietario de una casa en los suburbios se ve amenazado, y el cambio climático pronto se podrá agregar a la larga lista de injusticias y desafíos que han socavado este sueño americano.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation por Oghenekaro Omodior y Daniel Becker. Lee el artículo original aquí.

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