Los científicos descubren las bases neurológicas para la soledad

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Bellamy & Clarke | Tell me you love me

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Anonim

La próxima vez que te sientas solo, ten la seguridad de que no es solo porque estás escuchando demasiado a Drake, en realidad es todo en tu cabeza. Por primera vez, los científicos han conectado la sensación de soledad a un sustrato celular.

Un equipo de neurocientíficos del Instituto de Tecnología de Massachusetts identificó un grupo de células ubicadas en el núcleo del rafe dorsal (DRN), una región cerca de la parte posterior del cerebro que los investigadores sospechaban que estaba relacionada con la depresión. Descubrieron que estas células son responsables de avivar el deseo de sociabilidad después de períodos de aislamiento, un descubrimiento que los neurobiólogos de la UCLA están llamando "una piedra angular increíble para futuros estudios de la soledad".

Hasta ahora, la investigación se ha centrado únicamente en el comportamiento de los ratones (que viene con las advertencias habituales). Los ratones que se alojaron juntos tenían neuronas DRN inactivas. Pero cuando un ratón se aisló por un día y luego se reunió con sus amigos, la actividad de DRN aumentó. Cuando los investigadores suprimieron las neuronas DRN aisladas del ratón con optogenética, encontraron que los roedores eran mucho menos sociables cuando regresaron al grupo.

"Creemos que este rasgo adaptativo y evolutivamente conservado es lo que estamos modelando en ratones, y estas neuronas podrían desempeñar un papel en esa mayor motivación para socializar", dice la coautora del estudio Kay Tye en un comunicado de prensa.

El autor principal del estudio, Gillian Matthews, dijo Cableado que la activación de la DRN es ciertamente una "respuesta útil y adaptativa", pero todavía tienen que identificar qué mecanismos neuronales están subyacentes en la reacción. Los neurobiólogos plantean la hipótesis de que las características cerebrales innatas pueden ser la causa, pero también es posible que el entorno en el que vive el individuo encienda la respuesta. Un ratón dominante será feliz en su grupo social; un ratón intimidado no será.

El siguiente paso es explorar si las neuronas simplemente detectan la soledad, o la estimulación de ellas, de hecho, causa los sentimientos de soledad. De cualquier manera, esta investigación demuestra aún más que el contacto con otros proporciona la ventaja evolutiva básica pero necesaria de hacernos felices.

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